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miércoles, 8 de diciembre de 2010

AMAZONAS AQUÍ Y ALLÍ


Las Amazonas eran un pueblo de mujeres que descendía del dios de la guerra Ares y de la ninfa Harmonía. Su reino se ubicaba al norte, para unos tras las laderas del Cáucaso, para otros en Tracia o en la Escitia meridional.
Se gobernaban por sí mismas, sin intervención de ningún hombre, y a su cabeza tenían una reina.
Diversas leyendas cuentan los combates sostenidos por los héroes griegos contra ellas: Belerofonte en cumplimiento de una orden de Yóbates; Heracles que recibió de Euristeo la misión de ir a las márgenes del Termodonte, en Capadocia, para apoderarse del cinturón de Hipólita, reina de las Amazonas.
Hipólita habría consentido en esta prenda a Heracles, pero Hera, celosa del héroe, provocó una sedición entre las amazonas, y Heracles tuvo que matar a Hipólita y retirarse luchando.
La diosa a la que las amazonas adoraban principalmente era, por supuesto, Ártemis, cuya leyenda tantos puntos comunes ofrece con el género de vida atribuido a ellas: guerreras y cazadoras. Por eso, a veces, se dice que fundaron la ciudad de Éfeso y la construcción del gran templo de Ártemis allí.
Pero Amazonas es el río más ancho, largo, profundo y caudaloso del mundo, y un estado brasileño, llamado así desde 1858.
Francisco de Orellana descubrió y dio nombre al río, recordando la antigua leyenda griega al tener noticias de una tribu femenina de guerreras que opuso feroz resistencia a los conquistadores.

por Mª Lucía Naranjo Simoes (que también ha llegado a nosotros desde aquel lado),
alumna de Cultura Clásica de 4º del I.E.S. Ruiz de Alda

1 comentario:

  1. Muchas gracias Mª Lucía por adentrarnos en esta nueva perspectiva de la Historia.
    Well done!!!!!
    Doña Díriga

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